Y usted, cómo tiene la próstata?

Esta frase fue utilizada por un médico tuxtleco, que aparecía en TV invitando a los hombres a ir a su consultorio y hacerse el tan temido examen, aunque yo no creo que haya tenido el efecto que esperaba y de pronto se le haya llenado el consultorio de pacientes ansiosos porque les hicieran la revisión. Y es que los hombres evitan el tacto no por miedo al dolor, sino por miedo al placer (¿y si por una fracción de segundo aquello les gusta?). Sin embargo, esto es necesario. Como escribió Jorge, "nadie se ha muerto hasta ahora de vergüenza, pero si de cáncer". Y bueno, el aprender a realizar un tacto es parte indispensable de nuestro entrenamiento como futuros esclavos de un hospital (internos, quise decir). Esta semana nos tocó el taller en la materia de urología, y ha sido una excelente clase, no solo por lo que hemos aprendido, sino porque no fue una de esas clases en que uno va cayendo lentamente en los brazos de Morfeo y solo escucha a lo lejos la voz de un médico sin entender nada. Aquí les dejo las imágenes de lo que sucedió en clase.

Una sonrisita Benjamín, si?

Eso está mucho mejor

Les presentamos al Sr. Maniquí y su Trasero

Ouch! Con cariño!

Y si ponemos de paciente a alguien mas?

Épale!

Mira así se hace, con cariño

Apoco no estoy guapo?

Hey! Podría caber toda mi mano!

¿Por qué la cara de alegría?

Lo siento señor Maniquí

Esta práctica habría sido mas realista si se hubiera hecho con los compañeros, pero no se dejaron. Bueno, se le agradece al señor Maniquí por su cooperación en la enseñanza médica.

So long, and thanks for all the fish.